7 de junio de 2010

Radialistas de la Red Amazónica frente a las agresiones

Osman Patzzi Sanjinés

Los y las participantes del décimo taller de capacitación para radialistas de la Red Amazónica que se desarrolló del 19 al 21 de mayo en la radio Santa Cruz, con el auspicio de la Fundación Unir Bolivia y el Defensor del Pueblo, abordaron el tema de las agresiones a periodistas y concluyeron que todos y todas, en determinado momento de su ejercicio periodístico, habían sido víctimas de algún tipo de agresión.

Las más frecuentes fueron las agresiones verbales y de acuerdo a los testimonios y la representación gráfica que hicieron de ellos y ellas frente a las situaciones de violencia, existe una sensación de desprotección y una peligrosa tendencia a que los hechos sean cada vez más graves, tanto que se ve amenazada su integridad física.

Así como la impunidad es un factor común en los casos registrados en el informe actualizado Agresiones a periodistas y medios 2007-2009, trabajo del Observatorio Nacional de Medios realizado por Vania Sandoval y su equipo, los y las radialistas de emisoras de Pando, Beni, Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija perciben que la falta de sanciones en la justicia para los agresores son un aliciente para que ocurran reincidencias o que cualquier persona se sienta con libertad para “sentar la mano” a un o una periodista si considera que así lo amerita.

En un rico debate, los y las periodistas de la Red asumieron que muchas veces los actos de violencia son originados por fallas en el ejercicio periodístico, pero de manera casi unánime consideraron que nada puede justificar una agresión. La única voz contestataria fue la de un periodista de Ascensión de Guarayos, que sostuvo que “hay veces que los periodistas merecen llevar palo”, aludiendo los casos extremos de faltas a la ética y a las normas.

¿Qué se entiende por agresión? fue la pregunta de arranque. Y las respuestas fueron: Sinónimo de violencia física o verbal, sentimiento de rabia que deriva en acciones violentas, actitudes que se ejercen para provocar el silencio, manifestación de debilidad y falta de conciencia, una forma de menospreciar el trabajo periodístico, reaccionar violentamente por falta de diálogo, no respetar los derechos de otras personas, el dolor en el corazón que perdura por siempre, pero a la vez da fuerza para mejorar como periodista, acción física o psicológica que se comete por cualquier medio afectando el derecho e integridad de otro u otros en beneficio propio o de grupos de poder que se convierte en problema social, y una forma de expresarse faltando el respeto a los demás. Todas estas definiciones salieron del grupo, a partir de la construcción del concepto por lo que es, lo que no es, sus clases o tipos y de qué forma parte.

Otro aspecto relevante en la dinámica fue la presentación de los dibujos sobre cómo se veían los periodistas de la Red Amazónica frente a la agresión. Generalmente se mostraron como víctimas, ya sea de insultos, de golpes de puño y patadas, piedrazos y hasta amenazas con arma de fuego. También hubo una representación en la que la víctima de la agresión era la audiencia debido al contenido de las informaciones propagadas de manera sensacionalista por el locutor y la locutora.
Fue reiterada la representación de cerco a la emisora, donde el periodista aparece indefenso, rodeado por una turba armada con palos y piedras que además lanza insultos. El clima de polarización que no es ajeno en estas poblaciones también se reflejó en dibujos que muestran a los bandos radicales en actitud violenta. “Mentiroso”, “bandido” y “masista”, son las voces que se representaron como agresión verbal hacia el y la periodista.

En la conclusión, los participantes acordaron que la mejor forma de prevenir acciones violentas en su contra es ejercer el oficio con responsabilidad, pero para ello también demandaron de parte de las autoridades un mayor compromiso para castigar a los agresores, lo que es más difícil en poblaciones pequeñas, donde los poderosos se sienten impunes porque creen que el brazo de la justicia no los alcanza.

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